viernes, 25 de abril de 2014

ANÉCDOTAS FUTBOLERAS (XVII): Órdenes paternas cumplidas a rajatabla

 Hace unos veinte años, estaba yo entrenando un viernes por la tarde- noche a los alevines del Guadalcanal C.D., cuando se me acercó Benjamín Parra, a la sazón padre de uno de mis pequeños futbolistas y me dijo:" Muri, mañana para ir a las Navas (no recuerdo bien si era a las Navas o a la Puebla) tenemos un problema". "¿Qué le pasa a Beja?", le pregunté. "Nada, ni a Rafael tampoco (otro hermano que estaba en los benjamines) ; el problema es con el chico. Te cuento: resulta que mañana vienen unos portugueses de cacería y no puedo faltar a mi trabajo; mi mujer dice que con el embarazo (estaba en estado de gestación bastante avanzado de su hija) no tiene ni "mijita" de ganas de hacer el dichoso viajecito en autobús y como Alberto va a todos los partidos para ver jugar a sus hermanos, me da no se qué el no dejarlo ir".
     Le respondí que no se preocupara, que yo me lo llevaba, si al fín y al cabo en los desplazamientos estaba más tiempo conmigo que con él. 
     Así lo hicimos al día siguiente y Alberto (tengo que señalar que entonces tendría unos cuatro añitos) se sentó a mi lado en el autobús y, una vez en las Navas, vimos juntos el partido de los benjamines sin ningún tipo de dificultad, pero la cosa ocurrió cuando le tocó el turno a los míos. Como todos ustedes saben, en los encuentros de mis equipos me muevo bastante de un lado para otro y jamás me siento en el banquillo, pues bien, al poco de comenzar el choque, el benjamín de Benjamín se me enredó un par de veces entre mis piernas y por poco me tira al suelo.
Le dije:" Alberto, me cago en la leche, siéntate en el banco, que te voy a pisar y me voy a caer en lo alto tuya". A lo que Tini, agarrado con sus manitas a mis rodillas, me largó:" Muri, es que esta mañana me ha dicho mi padre muchas, muchas veces que no me separara de tí ni un momento".
      Y lo cumplió a rajatabla.

                       Antonio Murillo

sábado, 12 de abril de 2014

ANECDOTAS FUTBOLERAS (XVI): Para que las cosas salgan bien, hay que ensayarlas

En la temporada de 1.977-78, jugábamos un partido en el campo municipal de el Moro de Cazalla de la Sierra contra el Brenes C.F., uno de los conjuntos que nos iban a la zaga para la consecución del título liguero (galardón que al final de la liga ganó el Cazalla balompié), y Antonio Sanchez, nuestro entrenador, había estudiado perfectamente su juego, sus puntos fuertes y sus debilidades. Entre sus muchas jugadas de estrategia había una al saque de las faltas laterales y de los córners que consistía en lo siguiente: colocaban dos o tres jugadores alrededor del punto de penalti con el fín de fijar las marcas, y su delantero centro, llamado Onio, se situaba fuera del área grande, bien en frente de la portería o bien totalmente escorado hacia el palo largo; un momento antes de efectuar el saque, estos jugadores anzuelos salían disparados en todas direcciones con la intención de crear un espacio libre, espacio al que iba dirigido el balón y que inmediatamente era ocupado por Onio, el cual, con un remate impresionante de cabeza hacía gol.
     Durante toda la semana anterior al encuentro nos dedicamos, sobre todo los defensas, a ensayar jugadas para neutralizar la estrategia brenera, en especial la de la situación anteriormente descrita. Para ello Carmona -central marcador-, Gallurt -portero- y yo -líbero- las repetimos una y mil veces, hasta controlarlas prácticamente con los ojos cerrados.
     Llega el domingo y al poco de comenzar el partido hacemos una falta más o menos a la altura de la raya larga del área grande, pero casi pegada a la banda lateral izquierda; nuestra jugada defensiva la había planteado el mister de la siguiente manera: Carmona marcaría a Onio de espaldas a nuestra portería, se colocara éste donde se colocara, para evitar (agarrándolo incluso si era necesario) que entrase en el área; yo me situaría en el punto de penalti o bastante cerca de él, sin moverme de allí  aunque los dos o tres contrarios asignados en sus inmediaciones se desplazaran hacia cualquier otro lado y Gallurt, en el momento en que centrasen, saldría rápidamente para atrapar o bien despejar con los puños el balón.
     Todo salió tal y como lo habíamos ensayado y la jugada la controlamos divinamente, excepto en un pequeño detalle, y es que el delantero centro rival saltó con nosotros tres y nos marcó un golazo de escándalo de un no menos impresionante testarazo.
     Menos mal que el resultado final del partido fué de cinco goles a dos a favor nuestro, pero eso no evitó el cachondeo que nos tuvo el resto del equipo durante algún tiempo, animándonos y animando al entrenador para que siguiéramos ensayando jugadas de los contrarios, vistos los buenos resultados que habíamos obtenido.

                               Antonio Murillo

lunes, 7 de abril de 2014

3-1: Una gran segunda parte y tres puntos más en casa

A estas alturas dela temporada, con el ascenso inalcanzable, y con una posición relativamente cómoda en la tabla el resultado fuera de casa resulta ya un tanto insustancial, a lo que se añade todo tipo de robos como el sufrido el pasado domingo en El Pedroso. Aunque siempre hay que darlo todo y luchar hasta el final, es bien sabido que jugando ante doce es muy difícil conseguir algo positivo fuera del feudo propio a no ser que seas uno de los aspirantes al ascenso. Eso si, dentro, en El coso ya no puede escapar nada. En juego una quinta plaza que puede otorgar méritos y cumplir con algún que otro objetivo. Aparte, la siempre importante satisfacción para la afición.
Como visitante esta semana, el Alcolea, un equipo que no traía muy buenos recuerdos. Allá por 2009 sacó un punto in extremis en el último minuto en un mal partido de los nuestros. Poco después, con un equipo arrollador que subió a primera también nos sacó los colores. Este año, en la primera vuelta se nos escaparon los tres puntos en el descuento con un arbitraje pésimo. Es por ello que había que vencer fantasmas y recuperar la senda de la victoria. A favor de los rojiblancos, el Alcolea acudía con tan solo doce jugadores, algunos de ellos juveniles. Las lesiones juegan en contra de un equipo que comenzó fuerte pero que se fue desinflando poquito a poco.
Así, pues, el choque se presentaba dulce para nuestros intereses, y tal vez por ello, por tratarse de un rival inferior y bastante mermado el Guadalcanal no salió con la premura de otras ocasiones. Aunque eso si, dispuso de la primera ocasión en los pies de Tini a los tres minutos.
Dos después, no obstante, el mazazo. Balón mal despejado que un centrocampista rival aprovecha y desde lejos empalma un zapatazo ante el que nada puede  hacer Jose.
Ese gol, aparte de jarro de agua fría que pareció, pesó como una losa para el Guadalcanal que fue apagando poco a poco el poco fuego con el que habían saltado al campo. Las imprecisiones fueron la tónica general de los siguientes minutos. Por si fuera poco, Joaqui se sintió indispuesto y tuvo que retirarse del terreno, dejando una baja más en defensa (Pablo y Chepa no jugaban por sanción). Una defensa que tuvo que liderar Miguel, reconvertido a central y con Mora I como improvisado lateral derecho.
Así las cosas, a pesar que Alcolea desistió de controlar el partido, al espesura fue la nota dominante y aunque Guadalcanal puso las ocasiones, especialmente a través del trió Rafa, tini, Chino, no consiguió sacar nada en claro.
Cabía esperar lo que ocurriera en el segundo tiempo. Y esta vez, lejos de amilanarse como suele ocurrir en otros partidos, la cara del Guadalcanal mejoró sustancialmente. Lolo sustituyó a Rafa y dio frescura al ataque. El equipo empezó a jugar con cabeza y a buscar de manera controlada y lógica el gol del empate.
Sin embargo, el Alcolea se defendía como “gato panza arriba” y no daba ninguna facilidad al Guadalcanal. En el ambiente la seguridad de que conseguir el gol solo era cuestión de tiempo. No obstante, el marcador corría y el margen de maniobra era muy escaso.
La suerte iba a cambiar en el minuto 30. Falta relativamente lejos que señala la colegiada Bermejo (por cierto, impecable el arbitraje). Zeus se encarga de lanzarla y el balón es golpeado de tal manera que hace una curva extraña y baja justo para colarse por la escuadra visitante. Golazo que ni el propio Zeus acierta a creer y que son sus compañeros los que parecen darle la buena noticia.
A partir de ese momento el acoso y derribo se hizo aún más agresivo y solo la buena actuación del meta visitante evitó una goleada escandalosa. A destacar, sendas manos que sacó a Alberto y Chino en dos grades jugadas. Sin embargo, tanto va el cantaro a la fuente hasta que Tini acierta y así, en un balón largo el delantero explota su velocidad para conseguir el dos a uno.
En seis minutos Guadalcanal había conseguido lo que llevaba buscando todo el segundo tiempo y había lavada la imagen de la primera mitad. Aún falta un tercer tanto. Una obra de arte de nuevo de Tini que se zafa de rivales, se va incluso del portero y hace las delicias del graderío poniendo la sentencia a un encuentro que se daba por muerto pero que la fe y el tesón resucitaron.
Al final, tres puntos más que se quedan en casa ante un buen Alcolea que echó en falta las ausencias pero que aún así se desenvolvió muy bien. Arbitraje, por otra parte, más que digno donde la colegiada supo controlar el partido y no enseño más tarjetas de las que consideró oportuno.

La próxima visita la rendirá un excepcional Cazalla en lo que supone otro atractivo derbi donde El Coso, una vez más debe vestirse de gala.

lunes, 31 de marzo de 2014

Juan Sanchez, entrenador del Guadalcanal reprocha la antideportividad de El Pedroso

En la tarde de ayer el Guadalcanal C.D. visitó al conjunto de El Pedroso en una nueva jornada ligera del campeonato de segunda provincial. Una vez más el equipo rojiblanco se dejó los puntos a domicilio, aunque esta vez, a diferencia de otras derrotas, el dolor vino no solo por una pésima actuación arbitral, que también de eso hubo, sino más bien por la actitud del equipo rival, que a juicio del entrenador y del resto del plantel rojiblanco, no estuvo a la altura en lo que a deportividad se refiere. Es por eso, que su entrenador Juan Sanchez, nos enviaba esta misiva que a continuación publicamos:

"BUENAS NOCHES, SOY JUAN, EL ENTRENADOR DEL GUADALCANAL C.D.. TODOS SABEIS DE MI CARÁCTER Y DE COMO VIVO LOS PARTIDOS, PERO LO QUE HE VIVIDO HOY DOMINGO  30 DE MARZO EN EL CAMPO DE FUTBOL DE EL PEDROSO NO LO HE VIVIDO NUNCA. PARA UNA VEZ QUE NO HAGO NADA NI ME METO CON EL ÁRBITRO, ME EXPULSAN. DE TESTIGOS ESTÁN TODOS LOS QUE ESTABAN AL LADO DEL BANQUILLO DEL GUADALCANAL. A LOS 5 MINUTOS DEL PARTIDO, NOS METE UN GOL EL PEDROSO, CON MÁS DE UN METRO DE FUERA DE JUEGO Y NOS TUVIMOS QUE CALLAR. EMPATAMOS Y NOS PUSIMOS 1-2 POR DELANTE, ASÍ ACABÓ EL PRIMER TIEMPO. EN EL SEGUNDO TIEMPO, LOS 25 MINUTOS PRIMEROS, NOS ENSEÑO CUATRO TARJETAS AMARILLAS, Y A MÍ UNA ROJA EN EL MINUTO 63. HUBO SIETE FALTAS Y TODAS NOS LA PITÓ EN CONTRA. HASTA QUE EMPATO EL PEDROSO. NUNCA HE VISTO UNA MANERA DE EMPATAR ASÍ. A MIGUEL COTE SE LE MONTAN LOS GEMELOS, TIRAMOS EL BALÓN FUERA Y NOS DICEN LOS JUGADORES DE EL PEDROSO QUE NOS VAN A DEVOLVER EL BALÓN, LA METEN DENTRO DEL ÁREA NUESTRA, SIGUEN JUGANDO Y CUANDO NOS DAMOS CUENTA , NOS QUEDAMOS PARADOS Y NO PUDIMOS HACER NADA.                                 CUAL ES MI SORPRESA QUE DICE EL PORTERO DEL PEDROSO QUE SE VA A DEJAR UN GOL, LO CUAL SUS COMPAÑEROS Y ENTRENADOR, SE NIEGAN, Y SUS MISMOS COMPAÑEROS LO AMENAZAN CON NO JUGAR NUNCA MÁS.                                     
CUANDO UN EQUIPO ME GANA PORQUE ES MEJOR, SOY EL PRIMERO EN FELICITARLO, PERO CUANDO ME GANAN ASÍ, DE ESTA MANERA, MI IMPOTENCIA ES TOTAL, Y YA EL PARTIDO ES LO DE MENOS, ES EL PERDER EL RESPETO A 20 JUGADORES. POR INSULTOS RACISTAS, A NUESTRO NÚMERO 3, ALBERTO, POR SER DE COLOR, Y NI EL PPRESIDENTE NI NINGUN DIRECTIVO DE EL PEDROSO INTENTARA PARAR DICHO INSULTOS Y NI EL ARBITRO LO REFLEJARA EN EL ACTA.                                                                                                                                       POR ULTIMO QUIERO DAR LAS GRACIAS AL PORTERO DEL PEDROSO POR IR A NUESTRO VESTUARIO DESPUES DEL PARTIDO PARA DECIRNOS QUE LO QUE NOS HABÍA PASADO CON SUS COMPAÑEROS NO TENÍA EXPLICACIÓN ALGUNA.

JUAN SANCHEZ"

jueves, 27 de marzo de 2014

ANÉCDOTAS FUTBOLERAS (XV): Pipote y Chanqui----- Chanqui y Pipote

Sobre estos dos jugadores se puede escribir un libro entero de anécdotas, pues tanto individualmente como en la pareja que formaban, su vida deportiva era un auténtico sainete. Como muestra, ahí van dos de sus muchísimas peripecias futboleras.
     En la final del trofeo de ferias de El Pedroso del año 1.987 íbamos ganando por un gol a cero, gol conseguido por el tristemente fallecido Rafael Escote "Nene". Este tanteo nos estaba costando mantenerlo sangre, sudor y casi lágrimas, pues el equipo local quería ganar su torneo a toda costa. Pues bien, al lado del campo de fútbol había una pista de coches de choque y cuando quedaban ocho o diez minutos para la conclusión del partido comenzó a funcionar, lógicamente con la música a todo volumen, y a Chanqui, que era nuestro portero, no se le ocurre otra cosa más que ponerse a bailar. Pipote que lo ve, y aprovechando que el balón estaba alejado de nuestra portería me espetó: "Muri, ¿has visto lo que está haciendo el cabrito ese?. Con las patadas que nos están dando esta gente y el muy mamón de cachondeo. ¡Quítalo!".
      El juego se siguió desarrollando normalmente, Chanqui continuaba bailando  y Pipote no dejaba de ponerlo como a un trapo. Casi en el último minuto de juego nos pitan un córner en contra y Pipote estaba desgañitándose con el fín de marcar a los contrarios que habían subido en bloque a rematar, cuando el juanlanas de Chanqui, contoneándose le soltó: "Mira, Pipote, mira que arte". Pipote estuvo a punto de reventar y a voz en grito me dijo: "Muri, ¡cómo nos metan un gol por culpa de ese ......, te juro que lo mato". 
     Menos mal que el encuentro finalizó con el resultado favorable a nosotros y era gracioso el ver a Pipote dándole patadas en el culo a Chanqui, a la vez que le decía: "Ahora es cuando tienes que bailar y no antes, ¡so payaso!".
     Otro día, en un entrenamiento, estábamos ensayando tiros de penalti y cada jugador lanzaba tres seguidos. Cuando le toca el turno a Pipote, Chanqui le para los tres. ¡No vean el cachondeo que le formó!. Pipote, descompuesto, me dice que lo deje tirar otra tanda, pero en vez de tres tiros que sean cinco, que se los mete todos. Chanqui contesta que a él le da igual, como si quiere lanzar diez, que no le va a meter ni uno. Así que todo el personal nos dispusimos a presenciar el espectáculo, unos animando a Chanqui y otros a Pipote.
     Chanqui le paró los cinco penalties (no es que Pipote los lanzara fuera, es que se los paró) y el amigo Juan, con un cabreo de mil demonios abandonó el entrenamiento. No sólo estuvo dos o tres días sin aparecer por el campo de fútbol, sino que ni tan siquiera salió de su casa.

martes, 25 de marzo de 2014

2-0 La ambición hace fuerte al Guadalcanal

Lance del partido del domingo con Zeus como protagonista/A.M
Faltaba algo. Hasta la fecha en El Coso lo habíamos visto prácticamente todo, pero faltaba algo. ¿Qué era? Todo a su tiempo. Habíamos visto buen juego, por su puesto; en el caso opuesto, un juego que dejaba que desear. Habíamos visto corazón, ganas, esfuerzo, desidia, sopor… faltaba algo. Algo que define a los grandes…
Rendía visita el Constantina, un cojunto irregular e impredecible, el único que regaló una victoria al colista, el único capaz de vencer en un feudo inexpugnable como El Moro. En casa una decepción tras otra, fuera, tan capaz como el local.
En el recuerdo, el partido de la primera vuelta, el cero a uno a favor de los nuestros y el esperpento de comenzar el encuentro media hora antes. Sin embargo, se sabía que el Constantina había cambiado. Se ha hecho más fuerte en casa, y mas débil fuera. Se había aupado a los puestos altos y empataba a puntos con los rojiblancos. Era un partido muy especial.
Y tan especial era el partido que los jugadores lo quisieron hacer más especial y desde el segundo buscaron apoderarse del esférico. Cuando dos equipos juegan a lo mismo resulta un juego trabado que puede romper por algún lado y en esas andamos durante los primeros minutos.
Tras ese inicio trabado Guadalcanal se hizo amo y señor del juego, sin embargo, ello no se tradujo en ocasiones claras. Constantina, por su parte intentaba buscar huecos para hacer daño a su rival, aunque sus intentos eran en vano.
La defensa rojiblanca funcionaba a la perfección y el centro del campo hacía lo posible por surtir de balones a la delantera, aunque este último paso rara vez era conseguido, culpa, en parte, de un buen posicionamiento azulón.
Solo cuando falló la defensa pudo abrirse el marcador. Balón largo desde el propio campo guadalcanalense que el defensa del Constantina no acierta a despejar y que deja el balón en los pies de Chino, quien, con toda la clase del mundo encara al meta y le cruza el balón para hacer el uno a cero.
En esos momentos Guadalcanal era enorme, y sacó a la luz eso que le hacía falta, la ambición. Era eso lo que se había echado en falta en partidos anteriores, y fue eso lo que relució a continuación en El Coso. El equipo local fue ambicioso y quiso finiquitar el partido cuanto antes, aunque ello iba a costar mucho más de lo que parecía. Unas veces la suerte, otra la dureza del rival, otra la intervención del meta (véase el genial lanzamiento de falta de Chino que a punto está de colarse en la portería ajena) hicieron trizas el deseo de los de Juan Sanchez.

Protagonista inesperado
Meji está apunto de hacer el dos a cero/AM
Tras el descanso, había de apreciar si algo iba a cambiar, aunque los primeros minutos  vinieron a confirmar que no habría cambio apreciable alguno. Meji nada más comenzar, tuvo en sus botas el dos a cero pero el meta azulón salvó el primer cara a cara de esta segunda mitad, el segundo se lo sacaría a Tini, para desesperación de un coso que veía como la ambición y el buen juego de su equipo no se traducía en goles, y ello unido al paso de los minutos hacían presagiar un desenlace trágico para nuestros intereses.
Aunque la idea rondaba la cabeza, la afición puso sus ojos en un protagonista que en nada debía influir en el juego, el árbitro. Y es que en nada ayudaba al desarrollo del encuentro su actitud, desplegando todo un catálogo de tarjetas por la más mínima protesta, dejando sin sancionar en cambio feas entradas merecedoras de la misma. Los auxiliares, contagiados del error del arbitro, señalaban fueras de juego inexistentes que partían del propio campo del atacante.
Con un partido así, donde el juego no surtía efectos y donde el colegiado no acertaba ni equivocándose, una pincelada, un destello de talento podía resolver, y eso ocurrió ya en el añadido, cuando Chino rescata un balón en la banda e internándose en un eslalon entre los jugadores rivales avanza en diagonal con la vista puesta en el área y cruza el balón para poner la sentencia.
Al final, dos a cero, un resultado que se antoja corto visto lo visto para un equipo que descubrió la ambición, pero que sirve para poner un poco de distancia con el Constantina y acercarse un poco más a los de arriba. Con paso firme y los pies en el suelo

Chino, autor de los dos goles, jugador más activo del choque/AM

martes, 11 de marzo de 2014

5-0 Una manita engañosa

Visitaba El Coso un rival muy esperado y muy deseado, como lo es siempre el colista. El An-Andalis se presentaba con la piel de víctima, con la seguridad que da el jugar sin nada que perder, con un bagaje muy deficiente (una sola victoria en todo el campeonato) y con la certeza de que se dejaría los tres puntos en Guadalcanal. El rival, sin embargo, estaba en estado de alerta. Con la lección bien aprendida desde el partido ante El Pedroso y la visita a Castilblanco, los hombres de Juan Sanchez sabían que no podían subestimar al rival, por eso solo dío descanso de inicio a dos de los "fijos", como son Zeus y Meji.
El equipo sevillano se presentaba con tan solo trece hombres y muy pocas ideas en ataques, lo que hacía presgiar una goleada en toda regla a favor de los locales. Y esa fue la mentalidad desde el primer momento, donde los primero diez minutos se convirtieron en un auténtico monólogo de futbol y ocasiones rojiblancas, donde hasta el lateral Miguel probaba suerte de cara a portería. Sin embargo, algo nos decía que no iba a ser tan facil taladrar la puerta rival, merito en gran parte de su portero. Tras estos diez minutos apoteósicos, el partido se sumió en un tedio un tanto extraño. Y es que a pesar de campear el cero a cero en el marcador, la sensación era de victoria aplastante del Guadalcanal, que era amo y señor de la pelota, de la posesión y del dominio del centro del campo. Los visitantes no eran capaces de trenzar una jugada completa y ante la falta de goles el aburrimiento parecía imponerse. Suerte que en el minuto 25 Chino se apodera del balón para lanzar una falta y con una impecable ejecución ponía el uno a cero en el marcador. Por fin se abría la lata, ahora solo cabía esperar que cayeran los demás. No obstante la primera parte se cerro con uno a cero.
En la segunda mitad tenían que caer los goles y reflejar la superioridad de un equipo como Guadalcanal ante la debilidad del farolillo rojo. Sin embargo, solo un timido acercamiento en los primeros minutos y el resto no distó mucho de la primera mitad. Aunque esta vez, el conjunto de negro vió mas cerca la puerta y el milagro de poder hacer un gol. Y a punto estuvieron de lograrlo en el veinte de la reanudación cuando el árbitro anuló de manera extraña un gol visitante que parecía legal a primera vista. Quizás esto fuera lo que hizo que el equipo de Juan se espabilase y se pusiera manos a la obra de una vez por todas, y sacara además de talento la pillería que caracterizan a jugadores como Lolo y Tini que inventaron la picardía con una falta rápida que éste ultimo define a la perfección.
Con dos a cero Guadalcanal pareció encontrar su sitio y una vez roto el rival los goles se fueron sucediendo. El tres a cero buena jugada con la izquierda que acaba en centro y en remate de Gali que dejaba más que sentenciado el encuentro. Ya cerca del 90 Jorge transformaba un penalti para hacer el cuatro a cero y Chino, en el añadido, ponía el quinto con una sensacional vaselina.
Primera "manita" que ve El Coso en esta temporada, aunque un tanto empañada, no porque no la mereciera el equipo local, pues por juego y calidad es infinitamente superior a su rival, sino por las fases de juego aletargado y tedioso por las que tuvo que pasar el encuentro para lograrlo.
Tres nuevos puntos, al fin y al cabo, que hacen que Guadalcanal recupere una posición antes del descanso y afronte con más moral la importante visita del Constantina dentro de dos semanas.

martes, 4 de marzo de 2014

ANECDOTAS FUTBOLERAS (XIV): Futbol, boxeo y Cubatas

El domingo pasado, nada más comenzar el gran partido que enfrentó al Guadalcanal C.D. contra el Alcalá del río, un espectador situado detrás del banquillo local me llamó la atención, se trataba de mi viejo amigo Juan "el loco" (así le llamábamos cariñosamente los componentes de la plantilla de la A.D. Llerenense de los años setenta). Naturalmente nos contamos algunas batallitas futboleras, pero sobre todo nos acordamos de la siguiente:
     En el verano de 1.974 jugaba el Guadalcanal C.D. un partido amistoso con la A.D. Llerenense. Durante esa temporada, y también en la siguiente, yo tenía ficha con el equipo de Llerena, así que todos sus jugadores eran amigos míos, o por lo menos conocidos.
     Al comienzo del encuentro, Juan, precisamente uno de los más amigotes, me hizo una entrada muy fuerte y le dije: "Chacho, loco, ten cuidado, que me has podido joder el pie". Entonces él, sin mirarme siquiera, me contestó que el fútbol era cosa de hombres y que si no quería que me diesen patadas, pues que no jugara. A ésto le respondí que la próxima vez iba a salir por lo alto de los alambres (por aquél tiempo nuestro terreno de juego estaba rodeado de una valla de alambres).
     Al poco rato le lanzan un balón largo por la banda, él jugaba de extremo zurdo y era rapidísimo, y yo le salí al cruce con las de Caín, pues me tiré a por sus dos rodillas, pero como ya nos conocíamos, al tiempo de entrarle, saltó y no le rocé ni un pelo. Cuando me estaba levantando del suelo, Juan, que volvía a posiciones más retrasadas, al pasar por mi lado, me pegó un punterazo en un muslo que me hizo ver las estrellas, y sin pensarlo dos veces, le dí un puñetazo en plena cara. Mientras que el resto de personal reaccionó y acudió a separarnos, nos felicitamos mútuamente las fiestas a patadas y a puñetazos. Total, que montamos una buena y lógicamente el árbitro, no recuerdo si era Francisco Capellán o Paquito Mantrana, con buen criterio nos mandó a los a la caseta.
     Una vez en ésta, y después de haber recibido una ducha tranquilizante, empecé a darme cuenta de la gansada que habíamos hecho; así que me vestí con bastante prisa con el fín de pedirle disculpas cuanto antes a mi amigo Juan. Él debería de estar pensando lo mismo, pues nada más llamar a la puerta de los vestuarios visitantes, me dijo: "Pasa, gilipollas, que ya estoy terminando". Allí estuvimos un rato charlando, echándonos uno a otro la culpa de haber formado el espectáculo; en fín, que hablando y discutiendo, ahora civilizadamente, nos fuímos para casa de Perdigón (hay que recordar que todavía no estaba hecho el chiringuito del campo de fútbol), donde nos hartamos de cubatas mientras el partido concluía.
     Cuando comenzaron a llegar los jugadores, uno de ellos, no recuerdo si Valentín o Toy, nos largó: " Quillo, ¿qué leches pasa con vosotros?. Montáis el numerito y lleváis ya dos horas dándole a la lengua y al codo. ¿No lo habréis hecho adrede, con el fín de beberos unos cuantos de cubatas y de libraros de jugar el partido?.

                            Antonio Murillo

lunes, 24 de febrero de 2014

Tini regala una nueva tarde de gloria a la afición

Dos historias paralelas, un final distinto. De no ser por el prodigioso partido del delantero guadalcanalense, éste podría haber sido el titular del partido.
Hace unos años, cinco para ser exactos, rendía visita un equipo de record, el Alcalá del Río. Un conjunto que, si bien aquella temporada no empezó muy bien el campeonato que digamos, completó una segunda vuelta impecable, con un poderío y una fuerza inigualable que no le valió el ascenso por aquellas primeras jornadas desaprovechadas. Acababa de bajar a segunda y acusó la adaptación a un nuevo nivel.
Ayer, el Alcalá que visitaba el Coso guardaba ciertas semejanzas con aquel de hace cinco temporadas. Por ejemplo, infringía el mismo temor. Pero también suponía un incremento de la motivación para los nuestros. Este año el Alcalá solo ha cedido una derrota, ante el Cazalla y puede presumir de ser el único equipo que ha ganado al líder, el Campana. Ha ocupado la primera plaza en alguna ocasión y es un serio aspirante al ascenso.
Dos equipos diferentes en el tiempo pero con muchos parecidos. La tarde también pintaba similar, misma hora y mismo clima. Mismas ganas de fútbol y misma necesidad de demostrar la valía sobre el césped. Lo que no contó Alcala en su día, ni tampoco en la tarde de ayer, es que hay en Guadalcanal estrellas que brillan con luz propia. Hace cinco años, dos jugadores destacaron sobre el resto, Bernardo y Jorge Ruso. Ayer lo hizo alguien a quien ya se echaba en falta por estos lares, Alberto, más conocido como Tini.
En la primera vuelta solo había aparecido unos minutos ante el Castilblanco y ante el Liceo (donde provocó la falta que dio origen al empate). En esta segunda, tan solo unos instantes otra vez ante el eterno rival. Pero ocurre que los grandes jugadores resurgen en los grandes partidos y hacen grandes a sus equipos y eso fue lo que ocurrio ayer en Guadalcanal.
Primer minuto de juego y primera ocasión de Tini. Balon largo que la defensa se “traga” y que el delantero, pícaro como él solo, eleva sobre el meta. Lástima que se perdiera por arriba. No obstante, quédense con la jugada porque más tarde se repetiría.
A los siete minutos primer buen augurio de lo que sería una magnífica tarde. Nuevo balón en profundidad que esta vez va a los pies de Meji quien encara al portero y cruza el esférico sin que nada pueda hacer la defensa azulona que acaba introduciéndose el balón en su propia portería. Uno a cero y golpe de moral.
Aunque no era el Guadalcanal de toque de otros partidos, era asombroso el desparpajo y la valentía de un equipo que le estaba jugando de tu a tu al segundo clasificado, quien se veía ahogado en su propia impotencia.
No obstante, el Guadalcanal merecía un toque de atención por las perdidas de balón que se propiciaban en su propio campo en algunas ocasiones y fruto de una de ellas llegó el empate. Tras recuperar la bola en campo contrario el equipo del Alcalá se vuelca sobre la portería de Jose y buscando un único hueco dispara a puerta y hace inútil la estirada del meta local. Uno a uno y tan solo se llevaban dieciocho minutos de juego.
Lejos de amilanarse, el conjunto rojiblanco sacó pecho y orgullo y decidió no dejarse avasallar en su propio campo, por lo que lo siguió intentado una y otra vez, y así, en el veinte un nuevo balón en largo para en los pies de Tini, quien raudo y veloz pone cerco a la portería rival y cruza el que sería el dos a uno. Alegría en la grada y alegría en un jugador que inauguraba su casillero esta temporada para goce de todos.
De ahí al final de la primera parte más de lo mismo, Guadalcanal amo y señor del futbol y el Alcalá sin ser sombra de lo que se presumía.
Llegó la segunda mitad con la incertidumbre de ver qué ocurriría, si Guadalcanal sería capaz de mantener el ritmo y si Alcalá lograría reaccionar. Sin embargo, la segunda mitad fue un calco de la segunda, donde los locales querían más y los visitantes luchaban por intentar dar salida a un mal partido.
Tini ya advirtió de que aquella iba a ser su tarde y lo intentó por activa y por pasiva hasta que lo logró. Para ello tuvo que contar con la ayuda inmprescindible de Chino quien en una genialidad sirve un balón en bandeja para que el punta, esta vez si, consiga ver resuelta la vaselina que en el minuto uno no fue capaz de colar.
Doblete para una vuelta con laureles y vítores de jugadorazo. Tini fue despedido con una fenomenal ovación del Coso. Medio triunfo fue suyo, y al igual que en aquella ocasión, Alcalá volvió a comprobar que Guadalcanal es distinto a cualquier otro campo. Hace cinco años también empató un partido que se le puso cuesta arriba al principio aunque acabo remontando, y Guadalcanal empatando para el delirio del respetable (2-2). Ayer, de nada le sirvió el empate, pues fue neutralizado al instante. No contaban con una de esas tardes gloriosas del fútbol que acostumbra a dar El Coso. Dos historias paralelas, dos finales distintos.

LO MEJOR: Tini, sin lugar a dudas. La ambición del equipo

LO PEOR: Alguna que otra entrada desproporcionada

miércoles, 19 de febrero de 2014

ANÉCDOTAS FUTBOLERAS (XIII) "Mis botas nuevas y el cabreo del presidente"

Yo siempre he sido muy delicado de pies y en mi época de jugador de fútbol (o lo que fuera), cuando me compraba o me daban unas botas nuevas, siempre me hacían daño al principio y la solución que encontré fué el dejárselas a un compañero que calzara mi mismo número de pie para que jugara varias veces con ellas y me las "domara".
     Una vez hecho esta especie de pequeño prolegómeno, paso a narrarles la siguiente vivencia futbolística.
     En el verano de 1.983 la directiva del Guadalcanal C.D. tuvo a bien el comprarnos unas botas nuevas a todo el plantel futbolero. El encargado de adquirirlas fue el presidente, Adriano Atalaya, que como todo el mundo sabe por aquel tiempo tenía una zapatería. El día del estreno de las botas fue en el campo municipal de el Coso, durante un entrenamiento y Adriano estaba bastante ufano, pues además de tener muy buena calidad, las había conseguido a un precio asaz económico, pero yo me cargué de una manera fulminante. Les cuento.
     Más o menos a la media hora de haberme calzado las dichosas botas, éstas comenzaron a hacerme daño, entonces me las quité y arrojándolas detrás de una portería (con el fín de tenerlas localizadas para cuando acabara de entrenar) decidí continuar el entrenamiento descalzo. Adriano se da cuenta de mi maniobra y hecho un auténtico basilisco me espetó que eso no se hacía, que como jugador-entrenador tenía que dar ejemplo, que si no me gustaban las botas que lo dijera de otra manera, yo que sé la que me lió. Me costó dios y ayuda el convencerle de que no tenía nada contra las botas ni tampoco contra él y que todo se debía al problema de mis queridos pinreles. Menos mal que Adriano adolecía de un carácter parecido al mío y lo mismo que le entraban los cabreos se les quitaban y al momento hicimos las paces.

                          Antonio Murillo

lunes, 10 de febrero de 2014

2-1 Chino decanta la balanza del lado local en un complicado partido

No estaba la tarde para fútbol. A decir verdad no estaba para casi nada que no fuera quedarse en casa. La "ciclogénesis explosiva" que se anunciaba para este domingo hacía acto de presencia en El Coso una hora antes del encuentro, lo que presagiaba (como así fue) una escasa afluencia de públi. co. Hecho éste, que repercutiría y mucho en el desarrollo del juego, y es que el Guadalcanal C.D. está cada vez más acostumbrado al empuje de su hinchada y ayer se veía un poco desprovisto, aunque visto lo visto era de comprender que la entrada se resintiera.
Rendía visita un rival que trae muy buenos recuerdos a los nuestros, en lo que a visitas se refiere claro. Hace más de un lustro que no gana en El Coso el equipo del Priorato. Un conjunto que este año se presentaba con un plantel muy joven aunque no desprovisto de talento y que tras el encuentro puso en entredicho la baja posición que ocupan en la tabla esta temporada.
Guadalcanal por su parte venía de cosechar una nueva derrota fuera de su feudo con polémica incluida ante el Minas, aunque aún en el recuerdo coletea aquel derby ganado una semana antes ante el Liceo Alanis por lo que las sensaciones eran buenas.
Comenzó el encuentro con dos equipos con dos roles distintos. El Priorato buscó la posesión, mientras que el Guadalcanal quería poner las ocasiones. De haberse disputado en otras circunstancias, seguramente hubieramos presenciado un espectáculo sin igual pues los dos equipos parecen jugar de una manera similar. Aunque, como ya hemos dicho, la tarde ayer no estaba para muchas "florituras". Guadalcanal no podría desarrollar nunca su juego en tales condiciones, donde el viento y posteriormente el agua deslucirían tal esfuerzo, por lo que se optó por el juego directo. La primera ocasión no obstante fue de los visitantes que disparan alto su primera ocasión. Responderían los locales con un sensacional disparo de Rafa que desbarata el meta visitante con una genial estirada. El juego de roles prosiguió hasta el minuto treinta. Guadalcanal ponía las jugadas más claras mientras que el Priorato luchaba por controlar la medular y por hacerse con el balón, y así a la media hora se inauguró el marcador. Corner lanzado desde la derecha que Zeus remata de cabeza haciendo el cero a uno. El defensa se eleva más que sus oponentes y pone en ventaja a los suyos en un partido que se veía, iba a costar trabajo ganarlo.
La réplica llegó cinco minutos después donde el Priorato, en campo del Guadalcanal, recibe una falta que saca rápidamente. Las protestas de los locales dejan al atacante que profundice por la banda y ceda de manera horizontal sin  que ningún defensor llegue a tocar el esférico para que un compañero que venía en carrera ajuste un disparo inalcanzable para Asier y coloque el uno a uno. De nada sirvieron las protestas de los rojiblancos que se quejaban de que el equipo contrario había sacado la falta con el balón en movimiento. Fruto de dichas protestas fue la expulsión de Juan, el entrenador del Guadalcanal, que fue a recriminarle al colegiado la jugada y éste lo mandó a la grada.
Tras la reanudación, más de lo mismo, aunque ahora el Guadalcanal no espero a la media hora para abrir la lata y en el siete de la reanudación, otra vez a balón parado, inicia la jugada del gol.
Nuevo saque de corner un tanto defectuoso que Chino se encarga de converitir en virtud pues ataja el balón en la frontal del area y tras revolverse ajusta al máximo el esférico para sorpresa de propios y extraños, portero del Priorato incluido, que ve como el nueve local vuelve a mojar en casa y hace el dos a uno. Locura entre los pocos aficionados ayer en El Coso y en el banquillo local donde Chino se va a celebrar el tanto.
Poco pudo durar la alegría al Guadalcanal que vió como su rival volvía a poner cerco a su portería y solo el palo evitó de nuevo el empate. Jugada parecida a la del gol visitante, aunque si falta de por medio que acaba con un fuerte chut del jugador azulino, pero el palo también juega y esta vez lo hizo de parte del Guadalcanal.
Tras esa ocasión el partido se rompió y se volvió loco. Y bendita locura que hizo que el encuentro se volviese vistoso, se volvió un partido de ida y vuelta de portería a portería y de ocasión en ocasión que hicieron que los desplazados al estadio olvidaran la maldita ciclogénesis. Cuando el partido agonizaba y el Priorato más cerca estaba del empate, Mora II apunto estuvo de apuntillar a su rival cuando tras una genial galopada bajo una manta de agua bestial Chino cede a su compañero un balón para colocarse delante del meta rival y poner la sentencia. Sin embargo, el extremo quiere ajustar demasiado el balón y éste sale rozando el palo.
El Priorato seguía vivo y por ello el Guadalcanal acabó sufriendo y pidiendo la hora. Tras un descuento eterno el colegiado pitó el final. Los locales vuelven a dar una alegría a su gente y vengan en parte la humillación de la primera vuelta. Eso si, la victoria fue un tanto agónica y sufrida en una tarde en la que lo más importante era sacar algo positivo y se sacó. Importantes pués los tres puntos que bien merecieron una tarde aciaga.

ANECDOTAS FUTBOLERAS (XIII). ¡Se nos escaparon vivos!

 
 Ahora que está todavía calentito el derby con nuestro entrañable eterno rival y teniendo la sensación de que podíamos haber ganado por una diferencia más amplia del tres a cero que reflejó el marcador final, me viene a la memoria otro enfrentamiento con el Liceo en el que de verdad se nos escaparon vivos.
     Corría el mes de agosto de 1.987 y jugábamos en nuestro estadio municipal del Coso un partido "amistoso" contra el titular del pueblo de al lado; el tanteo era de dos goles a uno favorable a nosotros cuando, a falta de unos veinte minutos para concluir el match, Pepe, el cancerbero amarillo, hace una salida en falso cometiendo un clamoroso penalti sobre el delantero centro local Nene, sufriendo la consecuente expulsión. El Liceo no tenía portero suplente y su puesto lo ocupó un jugador de campo; Nene me pidió lanzar el máximo castigo (hay que recordar que en esa época yo era jugador-entrenador del Guadalcanal C.D.) y lo convertió así que se nos puso el encuentro a huevo para machacar al contrario pues todavía quedaban veinte minutos para su conclusión, tenían un futbolista menos y lo más importante, el ocasional custodio de la portería no tenía la menor idea del arte de D. Iker Casillas, en pocas palabras, que se nos presentaba una ocasión única para meterle una goleada de escándalo a nuestros queridos vecinos. 
     Desde el momento de la expulsión comencé a diseñar en mi cabeza una estrategia totalmente ofensiva para aprovechar la tremenda ventaja que teníamos, pero el sueño del cuento de la lechera me duró escasos segundos, les refiero: en la jugada inmediata al saque de centro posterior a nuestro tercer gol se produce un saque de esquina contra nosotros, lo lanzan y Chanqui, guardameta local, atrapa el balón sin ningún problema, entonces Marcos (un delantero de Alanis que había jugado en el Guadalcanal un par de temporadas atrás) le dió un pequeño empujón con las manos; al hijo de Sandalio se le cruzaron los cables y ni corto ni perezoso, se fue hacia él y le propinó un tremendo cabezazo en pleno rostro que no se lo cargó de verdadero milagro y con todo merecimiento el señor árbitro lo mandó directamente a las duchas.
     Resultaba que yo ya había realizado todos los cambios y tampoco disponía de portero reserva (creo recordar que tuve que poner a Fili) así que todas mis ideas estratégicas para cercar la portería contraria se fueron al traste pues los dos equipos estábamos en las mismas condiciones. Total, que nuestro gozo en un pozo, porque a pesar de haber ganado por tres goles a uno, nos quedó el mal sabor de boca de que los mojinos se nos escaparon vivos.


                          Antonio Murillo

martes, 28 de enero de 2014

3-0. El derby se queda en Guadalcanal

Ambiente al incio del encuentro en la grada local/AM
El dia 26 de enero del 2014 era un día marcado en rojo para todo guadalcanalense desde el mismo instante en que se hizo público el calendario para esta temporada. Y es que ese día, visitaba El Coso el Liceo Club Alanis. Ese día, después de trece años de ausencia, volvía a disputarse en Guadalcanal "el derby". Un encuentro que siempre ha despertado pasiones entre los aficionados de uno y otro pueblo. Un partido un tanto especial, en el que no importa lo bien que vaya uno o lo mal que se le esté dando la temporada a otro. En un partido de estas características, el rival se creace y David puede tumbar a Goliat con la única fuerza de su fe. Es un partido en el que lo de menos son los tres puntos. Tres puntos que no harán que uno suba ni que el otro baje. Estos tres puntos son los puntos del honor, la satisfacción de vencer al eterno rival. Amigo fuera del campo, enemigo eterno sobre el cesped.
La afición sabía de la importancia del choque, por eso acudió en masa y provista de cánticos y mensajes al rival. La visitante, menos numerosa también apareció con sus inconfundibles colores, sin ningún tipo de pudor, a presenciar lo que hubiera sido una auténtica machada.
Los equipos también sabían lo que se jugaban, y por eso antes del inicio se mezclaban los nervios con la ilusión y las ganas de disputar un partido como éste. Ya se habían visto las caras en la primera vuelta en una mañana de septiembre en la que el Liceo puso todo su pundonor y solo se le escapó la victoria en el último minuto. Sin embargo, este partido no iba a ser igual, no podía ser igual.
De nada servían los precedentes de las últimas jornadas; un Guadalcanal cabizbajo por las dos derrotas consecutivas y un Liceo altivo por su primera victoria en casa ante el Alcolea. De nada servía la posición en la tabla. Iba a ser un partido diferente y eso lo sabía hasta el árbitro, que a la salida de los vestuarios contemplaba asombrado las columnas de humo rojiblanco y el enorme tifo donde se invitaba a la batalla. Enfrente una grada amarilla y negra algo más tímida pero que contribuía a darle color al partido.
Los jugadores celebran el 1-0 sobre el campo/AM
Y comenzó el encuentro. Lejos de pensar que los equipos se guardarían respeto, el primer peloteo fue de una intensidad sin igual, es especial por parte de los jugadores locales, que salieron a comerse a su rival. Y así a los dos minutos Chino de cabeza sirve para que Meji se coloque solo ante el meta amarillo ante la pasividad defensiva visitante y cruzando el balón haga el uno a cero. Estallido de alegría que se refleja en la cara de los aficionados y en la del propio Meji, consciente de la importancia de ese gol, en ese minuto y ante ese rival.
El Liceo se veía aturdido en estos primeros minutos donde Chino unos minutos más tarde se planta solo ante Canuto y perdona lo que podía haber sido el dos a cero. Sin embargo, poco mas tarde, en el minuto nueve si que no perdona y en una jugada calcada a las anteriores, pase por alto en el que la defensa se queda a verlas venir, se planta una vez más solo ante el meta y esta vez si que no falla. 2 a 0 en tan solo diez minutos.
Chino hace el dos a cero/AM
A partir de ese momento Guadalcanal dispuso de ocasiones para dejar sentenciado el encuentro, sin embargo, debieron pensar que en nada ayudaría al espectáculo un resultado abultado antes del descanso. Podría ser tedioso para el publico y para el rival. Por eso levantaron el pie del acelerador y durmieron el partido. El Liceo no supo aprovechar el parón de su rival y solo tuvo dos ocasiones claras que se toparon con un concentrado Jose.

Apertura y sentencia
Tras el descanso el partido adoptó la tónica imperante durante el último cuarto de hora de la primera mitad. Guadalcanal relajado y el Liceo que no era capaz de aprovechar la ventaja de seguir vivo. Un gol visitante hubiera dado vida al eterno rival, lo cual no hubiera sido demasiado sano para los locales y por eso se pusieron manos a la obra y apunto estuvieron Chepa y Tini de poner la sentencia.
El que si la puso fue Meji, que, a falta de diez minutos para la conclusión empalmó un balón desde fuera del área ante el que Canuto hizo la estatua y que supuso el definitivo tres a cero.
De ahí al final tiempo para algún que otro roce normal y cotidiano en partidos como éste. Sin embargo todo terminó en final feliz, con dos equipos saludándose en mitad del terreno y agradeciendo su presencia a sus aficiones.
Equipos saludando a sus aficionados/AM

LO MEJOR: El arranque eléctrico del Guadalcanal. Un Liceo que nunca bajo los brazos. Meji y sus dos tantos. La ausencia de incidentes.

LO PEOR: Los últimos minutos de la primera y los primeros de la segunda mitad que resultaron un tanto tediosos.


lunes, 27 de enero de 2014

ANECDOTAS FUTBOLERAS (XI): "Mala memoria paterna"

 Hace ya algunos años, todavía estaba nuestro terreno de juego de albero, yo tenía un jugador, no recuerdo si era benjamín o alevín, lo cierto es que el pobre (siempre hablando en términos futboleros) era muy cortito en esto de darle patadas a un balón. En los días de partido, lógicamente intervenía menos que otros chiquillos más dotados y su progenitor no paraba de decir con voz bastante alta que el campeonato estaba hecho para que participaran todos los niños por igual, que todos tenían derecho a jugar el mismo tiempo, que no nos jugábamos la champion, que lo importante era que los jóvenes hicieran deporte, etc., etc., en fín, todo aquello que decimos cuando intentamos justificar el poco talento futbolero de nuestros hijos.
     Pero hete aquí, que dos o tres temporadas después, un hermano más pequeño de dicho jugador comenzó su andadura pelotera en los benjamines del Guadalcanal C. D. (en esa época no había ni pequeñines ni prebenjamines) y eran tan distintos como la noche y el día pues el chico no vivía el fútbol, se lo comía, corría por tres, se peleaba con todo quisqui, contrarios y compañeros, lloraba si nos metían un gol, aunque fuésemos ganando por goleada, exactamente la antítesis futbolística del hermano.
     En uno de los primeros encuentros, cuando lo cambié con el fín de que descansara y para que también entrara otro compañero más flojito que él, el mismo padre que poco tiempo antes me reclamaba  más minutos de participación para el mayor comenzó a decir a voces que aquello era fútbol, que no obligaban a nadie a apuntarse, que el que no supiera que se quedara en su casa jugando al parchís, que el que no tuviera condiciones que no estorbara a los que sí las tenían, etc., etc., en fín, todo aquello que decimos cuando creemos que nuestros hijos son superiores balompédicamente a los demás.  
     Me volví del banquillo y le dije que cuando jugaba su otro hijo decía exactamente lo contrario, que cómo podía ser tan veleta y un montón de cosas más que aquí no voy a reproducir pero, no hace falta decir que a este padrazo ejemplar jamás le volvió a fallar la memoria futbolera, al menos públicamente.


                          Antonio Murillo