lunes, 31 de marzo de 2014

Juan Sanchez, entrenador del Guadalcanal reprocha la antideportividad de El Pedroso

En la tarde de ayer el Guadalcanal C.D. visitó al conjunto de El Pedroso en una nueva jornada ligera del campeonato de segunda provincial. Una vez más el equipo rojiblanco se dejó los puntos a domicilio, aunque esta vez, a diferencia de otras derrotas, el dolor vino no solo por una pésima actuación arbitral, que también de eso hubo, sino más bien por la actitud del equipo rival, que a juicio del entrenador y del resto del plantel rojiblanco, no estuvo a la altura en lo que a deportividad se refiere. Es por eso, que su entrenador Juan Sanchez, nos enviaba esta misiva que a continuación publicamos:

"BUENAS NOCHES, SOY JUAN, EL ENTRENADOR DEL GUADALCANAL C.D.. TODOS SABEIS DE MI CARÁCTER Y DE COMO VIVO LOS PARTIDOS, PERO LO QUE HE VIVIDO HOY DOMINGO  30 DE MARZO EN EL CAMPO DE FUTBOL DE EL PEDROSO NO LO HE VIVIDO NUNCA. PARA UNA VEZ QUE NO HAGO NADA NI ME METO CON EL ÁRBITRO, ME EXPULSAN. DE TESTIGOS ESTÁN TODOS LOS QUE ESTABAN AL LADO DEL BANQUILLO DEL GUADALCANAL. A LOS 5 MINUTOS DEL PARTIDO, NOS METE UN GOL EL PEDROSO, CON MÁS DE UN METRO DE FUERA DE JUEGO Y NOS TUVIMOS QUE CALLAR. EMPATAMOS Y NOS PUSIMOS 1-2 POR DELANTE, ASÍ ACABÓ EL PRIMER TIEMPO. EN EL SEGUNDO TIEMPO, LOS 25 MINUTOS PRIMEROS, NOS ENSEÑO CUATRO TARJETAS AMARILLAS, Y A MÍ UNA ROJA EN EL MINUTO 63. HUBO SIETE FALTAS Y TODAS NOS LA PITÓ EN CONTRA. HASTA QUE EMPATO EL PEDROSO. NUNCA HE VISTO UNA MANERA DE EMPATAR ASÍ. A MIGUEL COTE SE LE MONTAN LOS GEMELOS, TIRAMOS EL BALÓN FUERA Y NOS DICEN LOS JUGADORES DE EL PEDROSO QUE NOS VAN A DEVOLVER EL BALÓN, LA METEN DENTRO DEL ÁREA NUESTRA, SIGUEN JUGANDO Y CUANDO NOS DAMOS CUENTA , NOS QUEDAMOS PARADOS Y NO PUDIMOS HACER NADA.                                 CUAL ES MI SORPRESA QUE DICE EL PORTERO DEL PEDROSO QUE SE VA A DEJAR UN GOL, LO CUAL SUS COMPAÑEROS Y ENTRENADOR, SE NIEGAN, Y SUS MISMOS COMPAÑEROS LO AMENAZAN CON NO JUGAR NUNCA MÁS.                                     
CUANDO UN EQUIPO ME GANA PORQUE ES MEJOR, SOY EL PRIMERO EN FELICITARLO, PERO CUANDO ME GANAN ASÍ, DE ESTA MANERA, MI IMPOTENCIA ES TOTAL, Y YA EL PARTIDO ES LO DE MENOS, ES EL PERDER EL RESPETO A 20 JUGADORES. POR INSULTOS RACISTAS, A NUESTRO NÚMERO 3, ALBERTO, POR SER DE COLOR, Y NI EL PPRESIDENTE NI NINGUN DIRECTIVO DE EL PEDROSO INTENTARA PARAR DICHO INSULTOS Y NI EL ARBITRO LO REFLEJARA EN EL ACTA.                                                                                                                                       POR ULTIMO QUIERO DAR LAS GRACIAS AL PORTERO DEL PEDROSO POR IR A NUESTRO VESTUARIO DESPUES DEL PARTIDO PARA DECIRNOS QUE LO QUE NOS HABÍA PASADO CON SUS COMPAÑEROS NO TENÍA EXPLICACIÓN ALGUNA.

JUAN SANCHEZ"

jueves, 27 de marzo de 2014

ANÉCDOTAS FUTBOLERAS (XV): Pipote y Chanqui----- Chanqui y Pipote

Sobre estos dos jugadores se puede escribir un libro entero de anécdotas, pues tanto individualmente como en la pareja que formaban, su vida deportiva era un auténtico sainete. Como muestra, ahí van dos de sus muchísimas peripecias futboleras.
     En la final del trofeo de ferias de El Pedroso del año 1.987 íbamos ganando por un gol a cero, gol conseguido por el tristemente fallecido Rafael Escote "Nene". Este tanteo nos estaba costando mantenerlo sangre, sudor y casi lágrimas, pues el equipo local quería ganar su torneo a toda costa. Pues bien, al lado del campo de fútbol había una pista de coches de choque y cuando quedaban ocho o diez minutos para la conclusión del partido comenzó a funcionar, lógicamente con la música a todo volumen, y a Chanqui, que era nuestro portero, no se le ocurre otra cosa más que ponerse a bailar. Pipote que lo ve, y aprovechando que el balón estaba alejado de nuestra portería me espetó: "Muri, ¿has visto lo que está haciendo el cabrito ese?. Con las patadas que nos están dando esta gente y el muy mamón de cachondeo. ¡Quítalo!".
      El juego se siguió desarrollando normalmente, Chanqui continuaba bailando  y Pipote no dejaba de ponerlo como a un trapo. Casi en el último minuto de juego nos pitan un córner en contra y Pipote estaba desgañitándose con el fín de marcar a los contrarios que habían subido en bloque a rematar, cuando el juanlanas de Chanqui, contoneándose le soltó: "Mira, Pipote, mira que arte". Pipote estuvo a punto de reventar y a voz en grito me dijo: "Muri, ¡cómo nos metan un gol por culpa de ese ......, te juro que lo mato". 
     Menos mal que el encuentro finalizó con el resultado favorable a nosotros y era gracioso el ver a Pipote dándole patadas en el culo a Chanqui, a la vez que le decía: "Ahora es cuando tienes que bailar y no antes, ¡so payaso!".
     Otro día, en un entrenamiento, estábamos ensayando tiros de penalti y cada jugador lanzaba tres seguidos. Cuando le toca el turno a Pipote, Chanqui le para los tres. ¡No vean el cachondeo que le formó!. Pipote, descompuesto, me dice que lo deje tirar otra tanda, pero en vez de tres tiros que sean cinco, que se los mete todos. Chanqui contesta que a él le da igual, como si quiere lanzar diez, que no le va a meter ni uno. Así que todo el personal nos dispusimos a presenciar el espectáculo, unos animando a Chanqui y otros a Pipote.
     Chanqui le paró los cinco penalties (no es que Pipote los lanzara fuera, es que se los paró) y el amigo Juan, con un cabreo de mil demonios abandonó el entrenamiento. No sólo estuvo dos o tres días sin aparecer por el campo de fútbol, sino que ni tan siquiera salió de su casa.

martes, 25 de marzo de 2014

2-0 La ambición hace fuerte al Guadalcanal

Lance del partido del domingo con Zeus como protagonista/A.M
Faltaba algo. Hasta la fecha en El Coso lo habíamos visto prácticamente todo, pero faltaba algo. ¿Qué era? Todo a su tiempo. Habíamos visto buen juego, por su puesto; en el caso opuesto, un juego que dejaba que desear. Habíamos visto corazón, ganas, esfuerzo, desidia, sopor… faltaba algo. Algo que define a los grandes…
Rendía visita el Constantina, un cojunto irregular e impredecible, el único que regaló una victoria al colista, el único capaz de vencer en un feudo inexpugnable como El Moro. En casa una decepción tras otra, fuera, tan capaz como el local.
En el recuerdo, el partido de la primera vuelta, el cero a uno a favor de los nuestros y el esperpento de comenzar el encuentro media hora antes. Sin embargo, se sabía que el Constantina había cambiado. Se ha hecho más fuerte en casa, y mas débil fuera. Se había aupado a los puestos altos y empataba a puntos con los rojiblancos. Era un partido muy especial.
Y tan especial era el partido que los jugadores lo quisieron hacer más especial y desde el segundo buscaron apoderarse del esférico. Cuando dos equipos juegan a lo mismo resulta un juego trabado que puede romper por algún lado y en esas andamos durante los primeros minutos.
Tras ese inicio trabado Guadalcanal se hizo amo y señor del juego, sin embargo, ello no se tradujo en ocasiones claras. Constantina, por su parte intentaba buscar huecos para hacer daño a su rival, aunque sus intentos eran en vano.
La defensa rojiblanca funcionaba a la perfección y el centro del campo hacía lo posible por surtir de balones a la delantera, aunque este último paso rara vez era conseguido, culpa, en parte, de un buen posicionamiento azulón.
Solo cuando falló la defensa pudo abrirse el marcador. Balón largo desde el propio campo guadalcanalense que el defensa del Constantina no acierta a despejar y que deja el balón en los pies de Chino, quien, con toda la clase del mundo encara al meta y le cruza el balón para hacer el uno a cero.
En esos momentos Guadalcanal era enorme, y sacó a la luz eso que le hacía falta, la ambición. Era eso lo que se había echado en falta en partidos anteriores, y fue eso lo que relució a continuación en El Coso. El equipo local fue ambicioso y quiso finiquitar el partido cuanto antes, aunque ello iba a costar mucho más de lo que parecía. Unas veces la suerte, otra la dureza del rival, otra la intervención del meta (véase el genial lanzamiento de falta de Chino que a punto está de colarse en la portería ajena) hicieron trizas el deseo de los de Juan Sanchez.

Protagonista inesperado
Meji está apunto de hacer el dos a cero/AM
Tras el descanso, había de apreciar si algo iba a cambiar, aunque los primeros minutos  vinieron a confirmar que no habría cambio apreciable alguno. Meji nada más comenzar, tuvo en sus botas el dos a cero pero el meta azulón salvó el primer cara a cara de esta segunda mitad, el segundo se lo sacaría a Tini, para desesperación de un coso que veía como la ambición y el buen juego de su equipo no se traducía en goles, y ello unido al paso de los minutos hacían presagiar un desenlace trágico para nuestros intereses.
Aunque la idea rondaba la cabeza, la afición puso sus ojos en un protagonista que en nada debía influir en el juego, el árbitro. Y es que en nada ayudaba al desarrollo del encuentro su actitud, desplegando todo un catálogo de tarjetas por la más mínima protesta, dejando sin sancionar en cambio feas entradas merecedoras de la misma. Los auxiliares, contagiados del error del arbitro, señalaban fueras de juego inexistentes que partían del propio campo del atacante.
Con un partido así, donde el juego no surtía efectos y donde el colegiado no acertaba ni equivocándose, una pincelada, un destello de talento podía resolver, y eso ocurrió ya en el añadido, cuando Chino rescata un balón en la banda e internándose en un eslalon entre los jugadores rivales avanza en diagonal con la vista puesta en el área y cruza el balón para poner la sentencia.
Al final, dos a cero, un resultado que se antoja corto visto lo visto para un equipo que descubrió la ambición, pero que sirve para poner un poco de distancia con el Constantina y acercarse un poco más a los de arriba. Con paso firme y los pies en el suelo

Chino, autor de los dos goles, jugador más activo del choque/AM

martes, 11 de marzo de 2014

5-0 Una manita engañosa

Visitaba El Coso un rival muy esperado y muy deseado, como lo es siempre el colista. El An-Andalis se presentaba con la piel de víctima, con la seguridad que da el jugar sin nada que perder, con un bagaje muy deficiente (una sola victoria en todo el campeonato) y con la certeza de que se dejaría los tres puntos en Guadalcanal. El rival, sin embargo, estaba en estado de alerta. Con la lección bien aprendida desde el partido ante El Pedroso y la visita a Castilblanco, los hombres de Juan Sanchez sabían que no podían subestimar al rival, por eso solo dío descanso de inicio a dos de los "fijos", como son Zeus y Meji.
El equipo sevillano se presentaba con tan solo trece hombres y muy pocas ideas en ataques, lo que hacía presgiar una goleada en toda regla a favor de los locales. Y esa fue la mentalidad desde el primer momento, donde los primero diez minutos se convirtieron en un auténtico monólogo de futbol y ocasiones rojiblancas, donde hasta el lateral Miguel probaba suerte de cara a portería. Sin embargo, algo nos decía que no iba a ser tan facil taladrar la puerta rival, merito en gran parte de su portero. Tras estos diez minutos apoteósicos, el partido se sumió en un tedio un tanto extraño. Y es que a pesar de campear el cero a cero en el marcador, la sensación era de victoria aplastante del Guadalcanal, que era amo y señor de la pelota, de la posesión y del dominio del centro del campo. Los visitantes no eran capaces de trenzar una jugada completa y ante la falta de goles el aburrimiento parecía imponerse. Suerte que en el minuto 25 Chino se apodera del balón para lanzar una falta y con una impecable ejecución ponía el uno a cero en el marcador. Por fin se abría la lata, ahora solo cabía esperar que cayeran los demás. No obstante la primera parte se cerro con uno a cero.
En la segunda mitad tenían que caer los goles y reflejar la superioridad de un equipo como Guadalcanal ante la debilidad del farolillo rojo. Sin embargo, solo un timido acercamiento en los primeros minutos y el resto no distó mucho de la primera mitad. Aunque esta vez, el conjunto de negro vió mas cerca la puerta y el milagro de poder hacer un gol. Y a punto estuvieron de lograrlo en el veinte de la reanudación cuando el árbitro anuló de manera extraña un gol visitante que parecía legal a primera vista. Quizás esto fuera lo que hizo que el equipo de Juan se espabilase y se pusiera manos a la obra de una vez por todas, y sacara además de talento la pillería que caracterizan a jugadores como Lolo y Tini que inventaron la picardía con una falta rápida que éste ultimo define a la perfección.
Con dos a cero Guadalcanal pareció encontrar su sitio y una vez roto el rival los goles se fueron sucediendo. El tres a cero buena jugada con la izquierda que acaba en centro y en remate de Gali que dejaba más que sentenciado el encuentro. Ya cerca del 90 Jorge transformaba un penalti para hacer el cuatro a cero y Chino, en el añadido, ponía el quinto con una sensacional vaselina.
Primera "manita" que ve El Coso en esta temporada, aunque un tanto empañada, no porque no la mereciera el equipo local, pues por juego y calidad es infinitamente superior a su rival, sino por las fases de juego aletargado y tedioso por las que tuvo que pasar el encuentro para lograrlo.
Tres nuevos puntos, al fin y al cabo, que hacen que Guadalcanal recupere una posición antes del descanso y afronte con más moral la importante visita del Constantina dentro de dos semanas.

martes, 4 de marzo de 2014

ANECDOTAS FUTBOLERAS (XIV): Futbol, boxeo y Cubatas

El domingo pasado, nada más comenzar el gran partido que enfrentó al Guadalcanal C.D. contra el Alcalá del río, un espectador situado detrás del banquillo local me llamó la atención, se trataba de mi viejo amigo Juan "el loco" (así le llamábamos cariñosamente los componentes de la plantilla de la A.D. Llerenense de los años setenta). Naturalmente nos contamos algunas batallitas futboleras, pero sobre todo nos acordamos de la siguiente:
     En el verano de 1.974 jugaba el Guadalcanal C.D. un partido amistoso con la A.D. Llerenense. Durante esa temporada, y también en la siguiente, yo tenía ficha con el equipo de Llerena, así que todos sus jugadores eran amigos míos, o por lo menos conocidos.
     Al comienzo del encuentro, Juan, precisamente uno de los más amigotes, me hizo una entrada muy fuerte y le dije: "Chacho, loco, ten cuidado, que me has podido joder el pie". Entonces él, sin mirarme siquiera, me contestó que el fútbol era cosa de hombres y que si no quería que me diesen patadas, pues que no jugara. A ésto le respondí que la próxima vez iba a salir por lo alto de los alambres (por aquél tiempo nuestro terreno de juego estaba rodeado de una valla de alambres).
     Al poco rato le lanzan un balón largo por la banda, él jugaba de extremo zurdo y era rapidísimo, y yo le salí al cruce con las de Caín, pues me tiré a por sus dos rodillas, pero como ya nos conocíamos, al tiempo de entrarle, saltó y no le rocé ni un pelo. Cuando me estaba levantando del suelo, Juan, que volvía a posiciones más retrasadas, al pasar por mi lado, me pegó un punterazo en un muslo que me hizo ver las estrellas, y sin pensarlo dos veces, le dí un puñetazo en plena cara. Mientras que el resto de personal reaccionó y acudió a separarnos, nos felicitamos mútuamente las fiestas a patadas y a puñetazos. Total, que montamos una buena y lógicamente el árbitro, no recuerdo si era Francisco Capellán o Paquito Mantrana, con buen criterio nos mandó a los a la caseta.
     Una vez en ésta, y después de haber recibido una ducha tranquilizante, empecé a darme cuenta de la gansada que habíamos hecho; así que me vestí con bastante prisa con el fín de pedirle disculpas cuanto antes a mi amigo Juan. Él debería de estar pensando lo mismo, pues nada más llamar a la puerta de los vestuarios visitantes, me dijo: "Pasa, gilipollas, que ya estoy terminando". Allí estuvimos un rato charlando, echándonos uno a otro la culpa de haber formado el espectáculo; en fín, que hablando y discutiendo, ahora civilizadamente, nos fuímos para casa de Perdigón (hay que recordar que todavía no estaba hecho el chiringuito del campo de fútbol), donde nos hartamos de cubatas mientras el partido concluía.
     Cuando comenzaron a llegar los jugadores, uno de ellos, no recuerdo si Valentín o Toy, nos largó: " Quillo, ¿qué leches pasa con vosotros?. Montáis el numerito y lleváis ya dos horas dándole a la lengua y al codo. ¿No lo habréis hecho adrede, con el fín de beberos unos cuantos de cubatas y de libraros de jugar el partido?.

                            Antonio Murillo